“… que sean abiertos los ojos de nuestros corazones para que conozcamos la grandeza del poder de Dios demostrada en la resurrección” Efesios 1:18-20
Agrega que ese poder que Dios ejerció en Cristo está ahora a disposición de los que creemos. El primer paso necesario es que conozcamos con nuestra mente la magnitud del poder de Dios, pero esto nos debe llevar a apropiarnos ese poder en nuestras vidas, por la fe.